La neuropsicología es una disciplina fascinante que desentraña los misterios de la mente humana al explorar su conexión con la anatomía cerebral. Esta rama se sumerge en las bases neuroanatómicas de los procesos mentales, desde la atención y la memoria hasta el lenguaje, la percepción, las praxias, las funciones ejecutivas y la emoción. El objetivo es claro: evaluar y comprender qué funciones específicas pueden estar en riesgo y cuáles permanecen intactas.
En el corazón de la neuropsicología reside la evaluación. Se utilizan métodos especializados para analizar la interacción entre la anatomía cerebral y la función mental. La tarea es identificar con precisión qué funciones pueden estar dañadas o subdesarrolladas debido a afecciones como demencias, Alzheimer, Parkinson, daño cerebral adquirido y otros trastornos neurológicos.
Una vez que se entienden las complejidades de cada caso, se diseñan programas de estimulación y rehabilitación personalizados, cuya misión es ayudar a potenciar las funciones que pueden haber sido afectadas por una afección o que no se han desarrollado al ritmo esperable para la edad.
La evaluación neuropsicológica pretende establecer el nivel de funcionamiento de los distintos procesos cognitivos de un sujeto y establecer la relación entre sus resultados y el estado de salud que presente.
Se evalúan procesos como la memoria, la atención, la inhibición, la capacidad de organización y planificación, el razonamiento, el lenguaje y expresión, las praxias motoras, y el estado emocional, entre otros aspectos.
Se realiza a través de la realización de diferentes actividades y tareas que forman parte de las pruebas estandarizadas que la neuropsicología utiliza para ello.
Esta evaluación permite detectar estadios tempranos de deterioro cognitivo asociado o no a enfermedades degenerativas, así como establecer un perfil cognitivo en aquellas personas sanas que quieren estimular sus funciones para preservarlas lo más ágiles posible a lo largo de su envejecimiento.
La evaluación neuropsicológica se recomienda siempre que se sospeche de alteración de las funciones cognitivas, en los casos de sospecha de trastorno de neurodesarrollo o niños y niñas que padezcan de trastornos neurológicos en su desarrollo.
En APSI las funciones neuropsicológicas están integradas en las valoraciones completas infantiles que realizamos en el centro, ya que estas funciones siempre deben ser estudiadas en mayor o en menor medida en cada caso según la problemática que se presenta.
Es la estimulación de las funciones cognitivas afectadas para recuperar su máximo potencial posible tras el daño cerebral existente. Es necesaria en el caso de enfermedades degenerativas o en daño cerebral adquirido o como prevención del deterioro. Se acompaña de asesoramiento a familiares y acompañamiento emocional.
En la población infantil se recomienda cuando existe inmadurez de las funciones cognitivas asociadas a trastornos del neurodesarrollo.
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